Sub Delegado INM Carlos Fernando Treviño Serventi, acosa sexualmente a mujer

Sonoyta.- El subdelegado del Instituto Nacional de Migración en Sonoyta Sonora, Carlos Fernando Treviño Serventi, fue señalado ayer de hostigamiento y acoso sexual por la ciudadana colombiana Lucy Yanet Bustamante Ospina, entre otros presuntos delitos.
Su queja, interpuesta en tiempo y forma ante el subdelegado regional en Sonora, Alejandro Salas Domínguez, ha sido sistemáticamente desatendida por dicho funcionario y también por otros niveles del INM, tanto operativos como administrativos y la propia Secretaría de la Función Pública, en una secuela de encubrimientos penados por el Código Penal Federal.
Ante ello, Bustamante Ospina se vio precisada, como última instancia y recurso desesperado de sobrevivencia a recurrir a exponer su penosa situación a la opinión pública en estas páginas. Esto, ante el temor de que Treviño Serventi cumpla sus amenazas, no sólo de dañarla físicamente a ella y a su familia --dos hijas--, sino de expulsarla del país. Incluso cuenta que dicho funcionario, en una cobarde extralimitación de sus funciones, ha enviado una alerta ante la Policía Internacional como si se tratase de una figura delictiva del hampa universal, al compararla con capos y de señalarla, vía desprestigio en Sonoyta, de narcotraficante y de prostituta, en un vil recurso de increíble despecho. Esa calidad de persecución es casi equiparable a una ficha roja de la Interpol, como si hubiese cometido un delito de lesa humanidad.

Persecución
Además, Treviño Serventi la vigila y persigue día y noche, no únicamente en el municipio fronterizo de Sonoyta, sino fuera de él y hasta se lo hace saber por el teléfono celular al describirle lo que en esos momentos hace, como cuando acude a una gasolinera. Con derroche de gran perversidad y total impunidad, durante esas mismas llamadas y, también mediante mensajes celulares, el sujeto de marras le ordena acuda a su oficina o domicilio particular para que le dé una sesión de masaje, una variedad de su profesión a nivel reductivo y especializado en mujeres, pero resulta obvio que el sujeto pretende acercarla en pos de lograr la enfermiza obsesión de una relación sexual a como dé lugar, escudado en su carácter de funcionario público de excesiva remesa de prepotencia, precisa la profesionista.

Sustracción
Aunado a los delitos del orden común de hostigamiento y acoso sexual, Treviño Serventi, fue señalado por la cosmeatra --especialidad en la cosmetología--- del delito federal de Sustracción de Documentos, al vaciar su expediente en las oficinas del INM y exponerla, por lo pronto, a multas económicas y, posteriormente, a la eventualidad de ser arrestada y deportada a su país como ilegal. Esto, al no permitirle un refrendo más de su visa al que tiene derecho por tener un modo honesto de vivir. Todo eso pese a que estuvo casada con el mexicano Antonio López Robles desde el mes de febrero del año 2002, según acta matrimonial levantada en la municipalidad de Bogotá, cuyas copias certificadas obran en poder del reportero con otros documentos alusivos al caso.
De esa relación nació una niña pero ya en México y, por lo tanto, es ciudadana nacional e indirectamente contempla el mismo rigor del daño esgrimido por el evidente mal servidor público.
Además de la menor ya mexicana, Lucy tiene otra hija quien nació hace 10 años en Medellín, Colombia, de donde es originaria y quien tiene también en su casa de Sonoyta, Sonora, según documentos presentados.

La queja
Fechada el 29 de julio del presente año del 2009, al sentirse impotente ante la fuerza del aparato gubernamental erigido en represor, Bustamante Ospina envió su queja a la Secretaría de la Función Pública, en su supervisoría regional adjunta con sede en Nogales.
En ella le expone los abusos de Treviño Serventi desde que acudió a tramitar la revalidación de su forma migratoria FM2, número 1421767, que le da derecho a una estadía permanente y, por lo tanto, a trabajar para sobrevivir.
Dichos trámites se vieron interrumpidos por los lances vergonzosos de Treviño desde el 27 de febrero del año 2008 cuando venció la cuarta prórroga para solicitar Cambio de Calidad Migratoria al vencer su FM-3 1367952 y le fue autorizada la FM-2 número 1421767 que venció el pasado día 13 de abril del 2009.

Alarde de maldad
Durante algún momento de estos meses de pesadilla para la señora Bustamante, el mencionado funcionario, en un acto desesperado y de notoria exhibición de maldad, sustrajo documentos vitales para ella y exponerla al desalojo del territorio nacional con someterla a una situación de indefensión legal contra todo convenio internacional de básica protección humanitaria a migrantes, suscrito en Ginebra por la comunidad mundial.
Por temor a sentir de nuevo el reiterado hostigamiento y recibir más amenazas, algunas ya de asumir acción directa contra su integridad física, ella decidió no acudir a dicha oficina del INM en Sonoyta.
En fecha reciente dijo que se presentó con la subdelegada local Claudia Andrade Elizalde, quien le reveló que su expediente está incompleto por los motivos señalados y anteriormente descritos.

Burlesca respuesta
En insólita reacción a la queja, Salas Domínguez no sólo dejó de actuar en forma interna y legal contra Treviño turnando su caso ante las instancias competentes, sino que en un amplio extremo de escarnio para la quejosa, promocionó al subalterno señalado, para agente federal de migración y ordenó multar a la indefensa mujer.

Desfachatez
Copias de la misma denuncia de hechos, remitida a Salas Domínguez, fueron enviadas a otros funcionarios del Instituto Nacional de Migración, como Albina Morales, titular del Organismo Interno de Control; Cecilia Romero Castillo, comisionada del INM y Luz María Servín Sotres, coordinadora de Delegaciones del INM.
También fue hecho del conocimiento este execrable caso la Coordinadora del Area Jurídica del INM, María del Carmen Del Río Yelmo y Tonatiuh García Castillo. Este último en un alarde de burla y desfachatez, al recibir la queja de Bustamante Ospina le respondió por Internet ¡Qué barbaridad! ¿Y cómo te puedo ayudar?, en una evidente acción carente de hombría más elemental y alejamiento de las normas más fundamentales de servidor público.

Corrupción
Esa situación de total de abuso y desprotección en un país que transcurre en un presunto estado de derecho, pinta de cuerpo entero los alcances de corrupción imperantes en la subdelegación estatal del INM en Sonora con otros casos documentados, perpetrados por otros mandos superiores.
En ellos no hay ningún rasgo de piedad para el mínimo sentimiento humano, como acontece con esta familia colombo-mexicana y hunde aún más en el profundo pantano del desprestigio internacional a las instituciones mexicanas en el actual contexto de violencia e impunidad que campea en todo el país.
Ayer se esperaba, al atardecer en Nogales, procedente de Agua Prieta al subdelegado regional, Salas Domínguez, quien tiene su propia historia y ración de delitos como Omisión y Encubrimiento y sería interesante entrevistarlo para conocer su propia versión de los hechos y actuar en protección de la familia Bustamante Ospina, como dictan los cánones humanitarios. No hacerlo abonaría más consideraciones de que es incapaz para el cargo o que es beneficiario de este río revuelto.
Por eso, el último recurso de Bustamante Ospina, dijo es hacer la denuncia ante el Ministerio Público por los delitos comunes y ante la Procuraduría General de la República en cuanto a la sustracción de documentos en las oficinas del INM en Sonoyta.

Mañana, otro caso de acoso sexual en el INM de Sonora, pero este de hombre contra hombre, totalmente documentado en las ins-tancias legales, y también tratado con total ligereza por la arrogancia de las oficinas gubernamentales del nivel federal a las que compete actuar. Fuente Nuevo Día